Integration

Si no fuera porque M. N. Shyamalan me suena a dueño de badulaque, diría que estoy desarrollando una cualidad extrasensorial excepcional digna de una peli de matar. En lo que va de estancia en Berlín se han fundido dos bombillas, el reproductor de mp3 se apagó una vez misteriosamente y no me ha vuelto a funcionar, misteriosamente también pisé unos altavoces que ya no van, en las fotos que hago salen rayas de colores, ¡y no tengo baticao! No es normal que tenga tan mal fario desde por la mañana temprano. Debe de ser una señal de Mahoma mínimo. Como Mahoma es el profeta oficial del barrio turco donde vivo - creyera haberle visto comprando birras en un paki-, por wireless es más lógico que sea obra de Alá que no de otro dios. Además, Mahoma es muy putas para esto de las revelaciones, mira a Bin Laden.
Si no fuera porque no estoy en Transilvania, pensaría que la casa está poseída. Pero como estoy en tierras germanas, me da a mí que el/los técnico/s con olorcillo a cerveza que vino el otro día pasó mal de watios a kiloponcios, y me llevo una.
Pon un teutón en tu vida. Vienen de fábrica. Yo me he comprao dos en el Bauhaus y otro en el Schlecker: uno con la equipación de la selección que me canta canciones navideñas, otro con mostacho que me escupe cuando habla, y otro que fuma, bebe y come bratwursts al mismo son (mi Pou, excluyendo el mostacho, les da mil vueltas en todo). Los he puesto en el jardín.
Ahora me siento mucho más integrado, donde va a parar.
Y el técnico del internet se olvidó de ponerme el internet. Se entretuvo brindando con los demás.
Y mira que se lo dije clarito: Auhsfreicszachühl froin internerelerele.