Tuesday, August 29, 2006

Suena interesante

Reconozco que de pequeño intenté autolesionarme varias veces sin motivo aparente: encendía la estufa con los pies mojados, me metí unos garbanzos en la nariz (que parecía Carlinhos Brown), y cuando jugaba al fútbol -incluso antes de conocer a Figo- me tiraba al suelo al mínimo contacto con el adversario, no para provocar el penalty, sino para dejarme los dientes contra el cemento armado.
Se me quitaron las ganas de emular a Kurt Kobain cuando a mi madre le entraron ganas de probar conmigo la psicología que más entienden los hijos: la que se fundamenta en las collejas. Me sacó el demonio (ella lo llamaba la tontería) bastante rápido.
He descubierto que aquella actitud no se debía totalmente a mi gilipollez (que también) cuando he quedado con un amigo que ha vuelto de una semana en Australia con la pierna escayolada.
-"Es que estábamos escalando el Ayers Rock cuando cayó una tromba de agua que nos despegó de la pared y caímos al vacío; unos aborígenes nos acogieron en su tribu, nos curaron las heridas y me regalaron este llavero de Cocodrilo Dundee"- me ha dicho.
-"Coooño, qué interesante eres"- le he contestado.
Lo único que yo quería de pequeño era tener algo interesante que contar; ansiaba una vida como la de Indiana Jones, el juez Garzón o Farruquito.
La vida de uno puede ser realmente interesante o no, da lo mismo. Lo que cuenta es saber venderla. Es pura cuestión de marketing.
Por ejemplo, yo no vendo helados en un kiosko, sino que me dedico al negocio de la hostelería (12 points).
Según qué cosas digas (ni siquiera hace falta haberlas experimentado) sumarás más puntos como persona interesante; y a veces -sobretodo cuando hay sexo en juego- uno tiene que saber venderse bien:
Para que te consideren una persona interesante no vale con trabajar de reponedor en el Carrefour (-15 points). Tendrías que decir que se trata de un trabajo temporal que te permitirá conseguir los fondos suficientes para viajar a Borneo (que aunque te suene a nueva fragancia Axe, es un país) a salvar a los koalas (25 points).
Uno de tus sueños sería recorrer el Sáhara a bordo de un Jeep o viajar a Tailandia en velero (38 points).
Tienes que haber sido en algún momento de tu vida voluntario en la Cruz Roja (12 points); te debe gustar la salsa de soja a morir (7 points), y nada de Coca-Cola: uno de tus leitmotifs debería ser el luchar contra las garras del capitalismo, hermano (20 points). Así que nada, a joderse: agüita fresca (2 points) o bebida refrescante de extractos de soja (11 points).
Nunca digas que eres funcionario (-20 points) ni que te gusta leer el Marca los domingos (-13 points). Unas gafas de pasta negras siempre ayudan a parecer más interesante de lo que eres (9 points), y poner asento arhentino nunca está de más (23 points).
Curiosidades de la vida, el dinero también ayuda. Contra más pasta tengas (o aparentes tener), más interesante te considerarán.
No hace falta mentir. Es simple cuestión de marketing (¿o si no, de qué voy a poner yo dos veces y en negrita lo de marketing, que ya van tres?)
El otro día mis amigos y yo fuimos a la playa de Llançà a mirar tetas y culos de guiris, según la policía.
Según fuentes oficiales, nos desplazamos cerca de la costa francesa a realizar un trabajo sociológico de campo sobre la relación entre turgencia de senos y nacionalidad de turistas extranjeros (30 points).
Y tan interesantes.

3 comments:

Anonymous said...

Pues me he quedado en menos 8.

Eulalia said...

'Tás de los nervios. :-)
A Llançá se va a coger ostras.
Y que sepas que lo que más, lo que más vende, es ir de normal, pero venderlo bien.
Vamos, que, en lo del marketing, toíta la razón.
Un beso.

Anonymous said...

Qué quieres que te diga acerca del tema....Bueno sí, una pregunta: Cuántos puntos se otorgan por caminar 3 horas a oscuras con una bolsa del Pryca llena de latas de birra?? Y por decir q no hay medusas?

Interesante no suena, pero las risas creo q tb se merecen ciertos puntos....