Sunday, August 05, 2007

Se va el chaval, se va por el barranquillo

- ¡Mira, mira! ¡Corre ven, mira!
Uyuyuyuyuyuyuy, ayayayayayayay
Mira, mira, mira, mira.
Uuuuuf, ¡qué dolor!
Ay ay, mira mira. ¡Corre!
¡Hostias!
Pa'berse matao.
10 de junio de 2007. Fostión de Robert Kubica en el GP de Canadá.

-Ayayayayay.
Mira, mira. Hostia puta. Mecawen sos.
Hostia hostia hostia, ¡mira, corre!, ¡ven y mira!
¡La puta, qué dolor!
Mira eso, mira mira ¡Pero mira!
Jooder.
8 de julio de 2007. Espectacular cogida en los encierros de San Fermín.

Nos encanta. La gente se da de hostias por los sitios y a nosotros nos encanta verlo por la tele, con lo ojos achinados y con cara de asco, como protegiéndonos del dolor ajeno. Nos gusta ver a la gente sufrir. Arrugamos la nariz cada vez que vemos en las noticias perros rabiosos atacando a niños, cuerpos mutilados por la guerra o peleas entre vecinas que se llevan una el tinte rubio de la otra entre los dedos. A los americanos les apasiona el Náscar o el hockey sobre hielo, no por el espíritu deportivo ni por ver al ser humano competir contra sí mismo. A tomalpolculo ñoñerías. Lo ven porque se dan de cazos. Y punto pelota. Y por mucho que digamos "aist, qué asco, cambia la tele y pon los Osos Amorosos", en el fondo pensamos "déjala un pelín más, a ver si se ve cómo le explota el cóctel molotov en el careto". Y no digamos que no. El dolor y el sufrimiento ajeno nos atrae desde la infancia, cuando jugábamos a quemar rabos de lagartija, a echarles carbón ardiendo a los perros o a cronometrar cuánto tiempo tardaba un hámster en derretirse en el microondas. El tiempo avanza, y ahora los tiernos infantes se dedican a quemar homeless o a apedrear a sus profesores, pero en el fondo es lo mismo. La culpa no es de El Buscador ni de los noticiarios de Telecinco, que sólo muestran grabaciones desde teléfonos móviles de peleas y vejaciones. La culpa la tiene Alfonso Arús, que inventó (según él) los programas de vídeos caseros, donde te daban una pasta si grababas a tu sobrinito bateándole los güevos a tu padre.
Si me hubieran grabado cuando me dejé los piños en la pista de básket o cuando me rajé la napia bajando la bici de la furgoneta de mi padre, ahora estaría forrao y sería el rey del youtube. Pero sin rencor. Ahora llevo la cámara a todas partes. Se va a cagar el Robert Rodríguez.

2 comments:

Anonymous said...

Pues no llevas razón, hay gente a la que eso no sólo no le hace gracia sino que no soporta verlo y por supuesto no deja puesto el canal ni lo ve con los ojos achinados. Y lo de los perros, las lagartijas, etc. pues también hay niños que intentan por todos los medios que los otros no hagan esas cosas o que lloran de impotencia si no pueden evitarlo.

Afortunadamente hay gente que no tiene ese sentido del morbo que tanto asco dicen que da.

Anonymous said...

Y tanto que llevas razón...la gente es cotilla y morbosa por excelencia, y nos entusiasma ver la vida y talegazos ajenos. Siempre habrá gente que reniegue de ello, y esos son los peores...

a) los que niegan que les guste pero seguro que han visto 40 veces Hellraiser, todas las reposiciones de Humor Amarillo y la lesión de Raducioiu y Manuel Pablo a cámara lenta

b) los que siempre son protagonistas de traumatismos varios, y se cagan en todo, pero en el fondo les hace gracia recordar los fostiones de los que han sido partícipes mientras escuchan a los demás relatarlos

Adivina donde me incluyo, piratilla...