Productos procesados

Compra de Impulso: dícese del acto de comprar por el método "culoveo-culoquiero", parecido al sistema utilizado por Beny Hill para establecer contacto con el sexo femenino.
Ejemplo práctico: cuando los guiris se bajan del bus turístico empapados de sudor, se abalanzan contra mi kiosko y restriegan sus caras rojas con las botellas de agua fresca. A eso se le llama 'compra de impulso', o en algunos casos, solamente 'restregueo de impulso'.
Yo como animal racional y estúpido que soy, siempre caigo en la tentación del impulso cuando voy al supermercado.
No me puedo resistir a las 'patatas fritas con aceite de ajónjoli al estilo tradicional de la parrilla de la tía María con salsa barbacoa (las patatas, que no la tía María)', aunque a priori sepa que sabrán a las típicas patatas fritas.
O que compre los Kleenex con el fresco aroma a mentol de las montañas tirolesas cuando sé que con el resfriado que tengo no olería ni el sobaco de Farruquito en el examen del carnet de conducir.

Y llego a mi casa con la nueva mousse de yogur Danone, los sabrosos agujeros de Filipinos, las minichips Ahoy, la Fanta de Mandarina y el pan Bimbo sin corteza, que llega a casa y de tan apelmazado que está, tienes que darle forma y cortarlo de nuevo.
Vamos, lo que se llamaría una compra bien. Que no mal. Bien. Una compra bien, que se diría.

Y te das cuenta de que te han cobrado una pasta por los restos de otros productos, aunque te los vendan como productos genuinos y que han pasado por un estricto procesado.
Porque la mousse de yogur es sólo yogur con aire, con lo que de un único yogur salen 5 mousses de yogur; tan sólo necesitan a un tipo con una cañita soplando los yogures.
Es lo que en el lenguaje técnico se conoce como "procesado", que debe valer una pasta.
Y las minichips Ahoy son los restos de los que les sobra cuando hacen las galletas de toda la vida, al igual que los agujeros de los Filipinos, que antes de la genial idea de comercializarlos a precio de oro los tirarían los muy listos.
Y seguramente la fanta de mandarina sea un stock de fanta de naranja caducado, a tenor de la diarrea que me da cada vez que me bebo una.

Poco falta para que vendan las cortezas del pan Bimbo como lo ideal para comer bocadillos sin engordar.
A precio de oro, oiga, que es un producto procesado, especialmente diseñado para cuidar su línea.